DIARIO DE UN ALMA DISLÉXICA

Me detuve frente a tí, sabiendo que eras inmensa, pero nunca imaginé que pudieras tener un ángulo tan perfecto. Te ví fingir tu despertar, no creo que recuerdes cómo se hace, si acaso has dormido alguna vez. A pesar de ser la puta más grande de todas guardaste ese brillo virginal en tu perfil, creo que prefiero no haberte conocido entonces, tenías que entregarte a todos, tenías que darles todo. Nadie es como tu.

Desde tu fin mi mirada se cubre por una lágrima congelada que de pronto se evapora, todo tu tiempo, todos tus gritos, todos tus amaneceres, toda tú te elevas a la estratósfera, me arrastras junto a tí y me explicas cuanto te quiero. Al final, todos nos perdemos en tu piel.