Wednesday, November 01, 2006

Nunca más otra A

Hay veces que comenzamos un viaje sin saberlo y la mayoría de las veces no sabemos cómo acabará. Hoy hace siete años regresé de uno sin saber que apenas era el preámbulo de otro. Un viaje que te deja estático, en donde sólo observas todo desfilar frente a tí, cómo si te clavaran al centro de la tierra y vieras al mundo girar. Me doy cuenta que estoy vestido igual que aquel día más o menos y de pronto pienso que no he hecho gran cosa desde entonces y que sigo siendo el mismo. De cierta forma me gustaría que eso fuera verdad pero no lo és, me veo más viejo, sé mas cosas que entonces, conozco más personas y lugares, tengo más experiencias que contar, en fin, cambie sin darme cuenta creyendo estar inmóvil.
Sin embargo hay cosas que se mantienen, que son parte de tu esencia, de esa parte inmutable que hace que te sigas reconociendo cómo la misma persona durante el correr de los años que a veces se presenta como a la que le dá miedo el cambio y que quisiera no crecer, que hace que te tropieces dos, tres y hasta mil veces con la misma piedra. Dicen que la mejor forma de aprender es con el método empírico de prueba y error, pero a veces simplemente nos gusta equivocarnos, apostarle siempre al mismo caballo cojo porque nos resulta simpático. Buscar problemas, la forma difícil de vivir,eso esta en muchos de nosotros todo el tiempo y por más psicólogos, rezos, brujería, etc, que utilices para cambiarlo simplemente no sucederá.
En alguno de los primeros posts de este blog escribí sobre los ciclos y los patrones que conforman la vida y hace menos de un año comencé a repetir con una chica el mismo patrón que había llevado con A. En un principio no lo reconocí, pero después de algún tiempo parecía una calca con sus pertinentes variaciones. Debo decir que lo hice inconcientemente, en un primer plano nunca hubiera querido repetirlo, pero esa es la parte de uno que se aferra a lo conocido, a querer recuperar lo que se perdió. La prueba de que si hay aprendizaje es que esta vez supe cuando detenerlo. No sé si eso me convierte en un resentido o en un traumado, esos son juicios externos, lo que sí sé es que el instinto de supervivencia crece con los años.
Hoy, el pasado parece haberse subido en una moto, todo se aleja cada vez más rápido y cuando volteas a verlo no hay tiempo de resentimientos, de rencores y frustraciones, apenas queda tiempo de ondear la mano en un adiós. La nostalgia comienza a dormirse por el cansancio de ser llamada tan amenudo.
Así que aunque aún está en mí esa parte inmutable ahora parece que he podido amaestrarla, aprendí a negociar. No sé que mentiras inventaré para distraerla mientras encuentro otra solución, pero mientras tanto lo siento por la nueva A (hasta eso se repitió), por un segundo se pareció tanto a mis demonios que simplemente no la puedo dejar cerca. Seguramente por ahí habrá una C o una M. De la segunda letra del alfabeto en adelante, digo, para reducir las probabilidades de repetir el ciclo. Ñ's creo que tambien quedan fuera.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home