Tuesday, August 22, 2006

Paradojas de la comunicacion

La soledad que sentimos es la que nos hace hablar, exponerle lo que sentimos a los demás. Talvez sea por que utilizamos lenguajes muy limitados, talvez porque no sabemos utilizar como debieramos estos lenguajes, pero hay un punto en el que te das cuenta que nadie te entiende y te preguntas si lo que dices es realmente tan incomprensible y entonces limitas tus mensajes a temas absurdos y superficiales porque esos parecen ser mas digeribles y entonces parece que la gente te entiende y por lo tanto maquilla la soledad.
En mi caso, como sucedieron las cosas, supongo que no podrían haberse dado de otra forma. Después de tantos años de intentar compartir mis ideas con alguien a quien le parezcan interesantes, o al menos que no le produzcan un sopor insoportable, finalmente la encuentro! Si, ahí esta esa mujer inteligente poniendo atención a lo que digo y retroalimentandome ¿Y que es lo que pasa? Tiene una pésima memoria. Mis pensamientos que al fin llegan tal y como son a otra cabeza se perderán en unos días porque no podrán sujetarse en ella. Es como una maldición, mis ideas estan condenadas a desvanecerse.
Talvez es un efecto del ego el pensar que mis ideas valen algo y que merecen transmitirse a alguién más. Tener esa necesidad es lo peor que me ha pasado.
Pensar en esta mujer es bastante raro, porque a pesar de que no compartimos la misma lengua materna parece entenderme mejor que la gente que he tenido cerca toda mi vida. Pensaba en el hecho de que cuando nacemos esta lengua se graba en nuestras almas y por más habilidad que se pueda tener para prender otros idiomas hay ciertas cosas que nunca se podrán expresar exactamente como lo hacemos en nuestro default. Eso me trajo la idea de que cuando ella habla mi idioma realmente no es ella, es una traduccion de ella. Vamos, no esta esa parte que forjo sus lengua y sus labios y el resto de sus expresiones. Lo mismo pasa cuando yo hablo en su idioma, algo termina perdiendose.
Me intrigaba saber en que punto podríamos ella y yo comunicarnos siendo ambos nosotros mismos en nuestra figura más pura. Primero se me ocurrio que si los dos aprendieramos japonés o ruso o algún idioma en el cuál ni ella o yo tuvieramos un precedente y aunque si nos daría un estado más equitativo, la comunicación sería limitada y por tanto no podríamos dar lo que sabemos que podemos darnos.
Por otro lado pensé en el silencio, el que contiene todas las respuestas a todas las cosas que realmente valen la pena en la vida. Sin una lengua los dos somos exactamente lo que somos, no hay equivocaciones ni malos entendidos. Era casi la respuesta perfecta, pero tanto ella como yo somos personas con conocimientos que estan sujetos al verbo. Aunque he compartido algunos silencios estando con ella y han sido bastante cómodo, ahora ella extiende su silencio más allá de lo habitual y me dí cuenta que si algo me gusta es oir su voz. Su voz es una de los sonidos con más contenido y variaciones que he escuchado en la vida. Cuando habla en su idioma, cuando habla en el mío con esas pinceladas de su idioma, cuando canta, cuando ríe. Puedes oir de donde nace esa voz.
Es una gran ventaja el que nuestras diferencias de idiomas no nos representen un impedimento para comunicarnos siendo que las posibilidades de esto eran altísimas, por no mencionar las de que nos hubieramos conocido. Sin embargo me sigue quedando la duda de como podriamos poner nuestras almas en contacto. Supongo que el máximo nivel de comunicación es hacer el amor, desgraciadamente esto no va a pasar entre nosotros, pero tampoco creo que le interese tanto conocerme tan a fondo. Por el momento nos hablaremos con el silencio.

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