Thursday, August 24, 2006

Usos y desusos

- ...oye, ya nos colgamos mucho. Sí quieres marcame a la casa.-
- Órale. Pásame el número de nuevo, siempre lo pierdo...-

Hablaba para despedirme de C y de V y entonces, después de algunos años de conocerlos, apunté su número de teléfono en un lugar seguro, justo el día en que se iban del país. Es extraño pensar en todas las cosas que guardamos para usarlas una sola vez. En este caso yo sabía que el número sólo lo iba a utilizar en ese momento y justo después de marcarlo iba a perder toda utilidad y significado. Hay ocasiones en que guardas algo sín saber que tendrán ese mismo uso y relevancia y se quedan apilándose y empolvándose esperando ser olvidados. Así llenas tus cajones con notas, con suéteres, con un millón de cosas que de pronto se convierten en nada, como negando su propia existencia, llenando el vació que deja su falta de utilidad.
Durante muchos años guardé un "te quiero". Soy muy nostálgico y por eso lo tenía igual que mi sueter favorito, doblado y escondido, llenándose de polvo y olor a humedad pero siempre sabiendo en donde encontrarlo, esperando en que algún día bajaría de peso y conocería alguna linda chica y entonces podría usarlo y se vería tan bien que me lo pondría todos los días, pués aunque se hace más viejo cada vez te sientes más cómodo de que te cubra y te de su calor hasta el punto en que aunque luzca acabado ya no quieres deshacerte de él, porque se ha convertido en tu segunda piel, ya no está hecho nada más de fibras, sino que el tejido está formado por tu aroma.
El otro día use mi "te quiero" sabiendo que sólo sería por una vez, que nunca se lo repetiría, que le parecería ridículo igual que un sueter que te queda chico, que expone todo lo que a los demás quieres ocultarles, que aprieta e incomoda, yo sabía como lo vería ella y aún así lo arrojé al vacío. Pero es que hay cosas que simplemente no puedes tener guardadas, porque a diferencia de un sueter, el querer a alguien no es algo que puedas ir a cambiar a una tienda, no es algo que puedas dejar que se pierda en el olvido y, por un segundo, cuando lo ves afuera justo antes de que se estrelle y explote contra la pared del rechazo, brilla de una manera tan hermosa y parece fundirse con todo lo que te rodea y te cubre con su calor. Por eso ahora escribo en un lugar seguro sobre este "te quiero", que ya fué usado, que ya no se usará mas que cómo un recuerdo de que algún día me pudo acercar a alguien que quise y que no podré volver a utilizar, como el número telefónico de C y V antes de que se fueran lejos.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home