Saturday, September 16, 2006

Toccata y fuga

Bach. Bach me parece increible. De esas almas que son acariciadas por lo divino. Una capacidad más allá de cualquier cabeza. Aquí estoy, encerrado en un cuarto oscuro, tocando su minuet. Pienso que me veo como el fantasma de la ópera, llorando por los dedos, ocultando mi rostro de un mundo que se aterroriza de verlo, haciendome a un lado de la mujer que quiero, dándole espacio para que pueda tener su historia de amor con alguien que soporte la vulgar luz del sol.
Creo que cada vez puedo leer mejor a la gente. Cuando la gente intenta ocultar la verdad esta se les escapa por el resto del cuerpo. Cuida tus manos, porque dirán hacia donde vas. De sus palabras salen segundas palabras. Así me enteré de una historia de deseo que ha comenzado a transcurrir por detrás de mi historia de desamor. Es duro aceptar que no te quiere, es duro aceptar que no solo no te quiere sino que le estorbas. Es gracioso verlos ocultarse como niños. Les agradezco que no quieran hacerme daño. Los odio por mentirme y por considerarme tan pendejo como para no darme cuenta. Me entristece darme cuenta que no me sorprende de ninguno de los dos.
Ahora llega Chopin. Mis dedos me sacan corriendo con "La chanson de l'adieu". Espero tener el valor de despedirme esta vez. Bien decía N que este sería un año de cambios. Pero ni N ni los demás se imaginaron este. Creo que verán las cosas muy diferentes. No se si podré quedarme a ver como sucede. ¿Para qué?

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