Wednesday, September 24, 2008

Green



Me descubro respirando, solamente haciendo eso y haciendolo sin querer, por defecto, porque no se puede dejar de hacer. Ahora pienso en ella, la mitad que me falta, la que modificaron un poco para que nunca pueda entrar por completo en mi. A la que sólo se me permite ver tras su invisble caja de cristal, a la que sólo quiere escucharme y no es poca cosa, porque es la única que se acercó a entenderme.

Un día caminamos por un paraje verde, como sus ojos y su alma, vida y verdad, supongo que no podría haber sido de otra forma. Mi respiración parecía irse y amenazaba con no volver en alguna de sus salidas. Yo pensaba en ella, como si no estuviera mientras veia su trasero moverse ágil entre las ramas y la maleza, mi sangre ardía pero no por deseo, raro en mí. Buscaba recuperar mi aliento en las subidas, me dí cuenta que lo necesitaba tanto como a ella, su voz, que a veces es un eco de la mía, sus ojos, que son el brillo en los mios.

Necesitar nunca había significado tanto. Sin ella siento que mi voz será nada más silencio, el silencio que siempre fué, mis sueños se desvaneceran al alba, mi vida sólo será respirar por defecto.

Silencio, tengo que guardar en silencio todas estas palabras, que espantarían como un incendio a todos los pájaros y ramas y hongos que viven en el verde de su bosque, en el verde de sus ojos. Quiero verlos para siempre, quiero que se queden para siempre y que nunca de los nuncas se vayan de mi vida. Me temo que algún día lo hará, como se irá tambien el aliento.