Wednesday, February 28, 2007

Reloj de sombra


Cuando descubrí que no estabas
hundí una semilla en la tierra,
pensé en medir tu ausencia
con la cantidad de sombra que me cubriera.
Todos los días fuí y regué la tierra
y el germen creció,
el tallo se hizo tronco
y de él crecieron ramas, y de ellas hojas
nervadas de letras
horas y horas de espera.
Todos los días fuí esperando verte
en el umbral hacia el altar
el sol comenzó a faltar
aunque no más que tu.
Todos los días fuí a buscarte
para decirte que hoy me iba
pero nunca llegaste y nunca me fuí
solo se quedaron los años
en estas canas oscurecidas por las sombras
de este arbol que es nuestro hijo;
tambien es tuyo, Soledad.

Sunday, February 11, 2007

Dicen que esta atrás del horizonte; cuando llegue allá talvez salga corriendo hacia otro lado.

I went with nothing
Nothing but the thought of you
I went wandering

Yeah I left with nothing
But the thought you'd be there too
Looking for you


- The Wanderer
Hewson/Cash


Un día despiertas y ves de que estas hecho. Pies hechos para andar y andar, ojos para ver y comprender. Un día despiertas y los sientes hambrientos de esa parte que son y no les provees. Un día despiertas y sólo piensas en darles de comer.
Así salí a ver todo a lo que por mucho tiempo le dí la espalda y entendí que la muerte es sólo un periodo de transformación de la vida, el principal síntoma de que algo esta vivo. La disposisción de cambiar, evolución. Me encontré con las pisadas de otros que estuvieron aquí hace mucho tiempo, otros igual que yo, que nacieron para caminar, algunos sólos, otros acompañados. Inventándonos un destino de caminar sin destino.
La existencia no tiene tiempo, nuestros pasos son los segmentos que usamos para darle coherencia. Vamos, descubrimos sin esperar y nos llenamos de visiones e ideas y en el fondo dejamos un hueco por si algún día la encontramos, esa mujer que en sus ojos puedas ver un hogar. De alguna forma siento que saldré corriendo huyendo el sol. De eso no estoy hecho.

Saturday, February 03, 2007

Anósmico

De la caja negra de Zerulean:

Cuando veo su recuerdo ya no duele. Cuando pienso en ella ya no hay rencor y tampoco la extraño. Algunas veces hasta sonrío cuando la recuerdo y es que fué hace ya tantos años que mis sentimientos se fueron diluyendo día a día, prueba de que el tiempo es medicina. De pronto me parece que el aprendizaje es sólo una consecución de traumas que un día se desprenden del miedo y quedan sólo como la experiencia.
Parecería que todo está bien, pero me he dado cuenta de que quedó una secuela que se mantuvo invisible por mucho tiempo y que recien he identificado. Siempre dependí de mi olfato para enamorarme, había algo en el aroma de una mujer que era lo que hacía que se activara el proceso. Más tarde me enteré que tiene que ver con las feromonas restregándose contra el órgano de Jacobson o vomeronasal. Pues algo pasó y después de ella no he percibido en ninguna mujer ese aroma. Estan los olores de sus perfumes, jabones, shampoos y acondicionadores, esta el olor de su piel y de sus alientos, el casi imperceptible y multidisfrazado sudor, pero ya no encuentro ese vapor que hace que la sangre se acelere y que provoque vértigo al encontrarte con sus ojos.
No sé si esto sea uno de los primeros síntomas del envejecimiento o si en efecto ella decidió guardarse algo mío y eligió mi olfato. El amor en mi no entra por los ojos y mi nariz esta secuestrada. Ahí esta tendida esa mujer y sus deseos aún cubren mi cuerpo pero no la siento cerca, no quiero que se quede. Si tuviera menos alma la despertaría para que se fuera, pero al menos le debo la paz de su sueño. Me queda su sabor pero es el equivalente a la satisfacción de la comida rápida, solo llena por algunas horas el vacío de un apetito que regresará amplificado. Todos mis sentidos fueron satisfechos de igual forma, sólo alimentados en su parte instintiva, nada sólido que pueda nutrir. El hambre se acomoda en su nivel más basico y no pide nada más que carne, no hay olfato para buscar algo más. Eso es todo.
Recuerdo haberla mirado a los ojos mientras conversábamos hace unas horas y de la forma más discreta posible aspiraba la mayor cantidad de su aroma sin que ella lo notara. Ni siquiera recuerdo lo que me decía, solo pensaba en su ausencia en mi nariz. La única forma de que alguien entre en mí es esa puerta y ahora me doy cuenta de que hace tiempo perdí la llave.