Wednesday, October 25, 2006

Buscando la llave con la cerradura

De la caja negra de Zerulean:

Un ligero soplido apenas un grado más frío de lo normal, apenas dos kilómetros por hora más rápido de lo que había corrido el viento hasta ese momento bastó para despertarme. Abrí los ojos y me encontré a Cecilia, vestida como si afuera el día estuviera frío y gris, arrodillada junto a mi cama. Me había destapado y me miraba atentamente.

- Tu pito tiene cara de enojado.- Dijo Cecilia con voz de niña mientras fruncía el ceño y arrugaba la nariz e inclinaba la cabeza de un lado a otro.
- Será porque lo acabas de despertar.- Me dió gusto verla. Me gustaba que se escabullera en mi casa antes de que yo despertara y se convirtiera en la señal de estar comenzando la secuela de ayer.
- ¿Llegaste hace mucho?- Pregunté. Ella permaneció callada por unos instantes.
- Sí. Creo que hace media hora.-
- ¿Y has estado así durante media hora?-
- Sí.-
- ¿Y que has estado pensando en tanto tiempo?-
- En lo bien que encajan nuestros sexos. Es como sí te hubieran diseñado a la medida de mi interior. No hay espacio para nada más. Ni sobra ni falta. Eres la otra mitad de mi molde.-
Asentí. Realmente no sabía que agregar pues estaba en completo acuerdo con ella. Continuó.
- La Cenicienta no es más que una alegoría de la busqueda de ese ajuste perfecto. De como el principe fué y se la metió a todas las del pueblo para ver en donde encajaba a la perfección. Se la metió a viejas, gordas, flacas, jovenes, casadas, divorciadas, viudas. A todas. " A algunas les apretaba. A otras les quedaba floja..." ¿Te fijas? En la historia no se menciona que alguna se hubiese negado a probarse "la zapatilla". Seguro al menos una de ellas ya había encontrado el ajuste perfecto con algún campesino, con algún caballerango, pero no dijo nada, así nomás hizo la prueba, callada. Porque probar es absolutorio. Te justifica la ignorancia. El "no sabía". Por eso cuando sepas mejor cállate.-
- Hay gente que hace muchas pruebas y no encuentra nada. Hay gente que no tiene tantas oportunidades de probar. Hay gente con suerte que de pronto se encuentra la última pieza del rompecabezas sin haberla buscado.-
- Talvez de lo que se trata la vida es de probar. Porque ¿cuantos saben reconocer cuando encuentran lo que buscaban? Creo que muy pocos. A lo mejor el principe hubiera querido callar cuando se cojió a la Cenicienta y seguir probando en otros pueblos, en otros paises. O a lo mejor no era la Cenicienta y se quedó por hueva. Se le habrá dislocado la pelvis de tanto probar y cuando llegó con ella dijo "si, si, es esta, ya chinga, es esta. Me casó. ¿ Podemos ir a hacer otra cosa? ¿Jugar polo o badminton?" Todo termina por aburrir, tanto la busqueda como el encuentro.-

Cecilia se metió a la cama vestida y me abrazó. Yo jale las cobijas para taparnos, la mañana estaba gris y fría. La abracé yo tambien. Sentí en su aliento el vapor del kirschwasser.
- Ceci, aunque tuve la suerte de encontrarlo contigo, al menos se que eso no es todo lo que busco.-
- Te odio cuando hablas como sacerdote.-
Me dijo y apoyo su boca contra mi pecho para cubrir un pequeño erupto. - Pero sé que tu busqueda va más allá de eso. Lo que me preocupa es que puedas o no encontrarlo en mí.-
- Lo que a mí me preocupa es que piensas que si no esta en tí es malo y que si esta en tí tambien es malo.-
- Ojala fueras como cualquiera de esos animales que eso es precisamente lo que buscan. Embonar.-
- Esos animales son precisamente los que encuentran y no reconocen. Los que viven buscando sin esperar encontrar.-
- Al menos saben lo que buscan. Tu nisiquiera sabes eso.-


No encontré alguna respuesta. Hacía algunos minutos que deje de sentirme somnoliento y quería levantarme. La miré y sus ojos se entrecerraban, la estaba venciendo el sueño. Su mirada era la de una niña fatigada de estar perdida que recién encontraba un momento en el que el cansancio era más grande que la preocupación y se entregaba reconfortada al sopor que trae consigo un largo día de los que uno se quiere olvidar. No me atreví a moverme y la dejé dormir hasta que se me durmieron los brazos y después la esplada y también las piernas y luego el resto de mí la acompañó al lugar en donde inician las busquedas.

Monday, October 23, 2006

La savia de una sabia

De la caja negra de Zerulean:

-Cuéntame un momento vergonzoso.- Dijo Cecilia mientras sus ojos seguían el recorrido del humo de su cigarrillo.
-Pués, ¿de que tipo? Tengo muchos.-
- Alguno con una mujer.-
- Deja ver... ah, un día me dejaron plantado.-
- ¿Quien fué?-
- Una tipa que no conoces. Ya tiene algún tiempo de eso. Ibamos a salir de paseo y apenas unas horas antes me dijo que no podría venir porque se le extendió una peda. No mames.-
- Mierda. Que cabrona. Hay que reconocerle su honestidad aunque más bien tire a cinismo. Pero eso no me parece que dé vergüenza. Enojo o desilusión si, pero no vergüenza.-
- Dá vergüenza que te planten. Un plantón significa muchas cosas. Ser postergable da pena. Pero la vergüenza también fué que fuí a hacer el picnic que había planeado yo solo. La gente me veía ahi sentado en el prado con la botella de vino y dos vasos.-
- Al final quien planta se devalua a sí mismo y no a quien deja plantado ¿Y porque aún así fuiste?-
- Número uno, no iba dejar que ella me arruinara el plan. Número dos, lo hice como un ritual para despedirme de ella.-
- ¿ No la volviste a ver?-
- No. Nunca nadie me había dejado plantado.-
- Exageraste. Un plantón no es para tanto.-
- Si, lo sé, pero así soy yo. Supongo que en parte fué la novedad del plantón, realmente no supe como manejarlo. Mejor me largué para siempre.-
- Ah, pues la próxima vez que quedemos en algo te voy a dejar plantado. Así puedes familiarizarte con los plantones y ver que puedes tomar otras medidas.-
- Si me avisas ya no es plantón. Olvídalo. Mejor tú cuentame un momento vergonzoso.-
- Un día en una cena que dió mi papá para unos músicos de la sinfónica de Belgrado que vinieron de gira, a uno de ellos, que era nuevo en la orquesta, le escupí en la cara porqué me tocó una nalga.-
- A tí no te da vergüenza hacer eso. Era tu derecho, ¿no?-
- La vergüenza fué que lo tenía a medio metro y no le dí. Justo antes de escupirle le grité que era un pendejo y en lugar de que el gargajo saliera surcando los cielos, no sé que hice, pero la saliva solamente se escurrió por mi labio y era tan espesa que se quedó colgando de mi boca como una liga de bungee. Mi papá, que se acercó cuando grité y no había visto lo que hizo el idiota ese, me disculpó con los invitados y les dijo que sufría de un ligero retraso mental. Pensó que estaba ebria. Y sí lo estaba, pero, imagínate, yo que presumía que podía lanzar un escupitajo a diez metros.-
- ¿Y qué hiciste entonces?-
- Como mi papá ya me había justificado y al mísmo tiempo me dió carta libre para hacer lo que quisiera por mi supuesto retraso mental, entonces hice bizco y me acerqué al idiota que me nalgueó y haciendo ruidos de lelo comencé a frotar mi cara contra la suya para embarrarle mi saliva. El guey se quedó pasmado mientras todos nos veían. Mi papá me tomó del brazo y dijo que aunque ligero a veces mi retraso se agudizaba. Entonces 'Estanislav', o como quiera que se llamara el pendejo, comenzó a vomitar. Que mamón. Como si mi saliva diera tanto asco.-

Cecilia se llevó su oboe a la boca y comenzó a tocar la sonata de Mozart que tanto me gusta. Pensé que toda esa gente que vió el incidente que recien me había contado la conocía, pues ella había tocado en Belgrado con la sinfónica como músico invitado hacía apenas medio año y sabían por lo tanto que no sufría de ningún retraso mental o cosa parecida. Por el contrario, sabían que era en exceso inteligente, impulsiva y vengativa y que generalmente se salía con la suya. Más de uno había corrido con la suerte de 'Estanislav' o como quiera que se llamara. Sus nalgas eran una trampa oculta con una hermosa carnada para cualquier incauto con buen ojo que se sintiera con suerte. No dudo que algunos de los viejos lobos de la orquesta le hubieran preparado esta novatada al pobre Estanislav.
Claro que yo tenía que hacer patente que para mí esas nalgas no eran ninguna trampa, sino que eran el pedazo de paraiso al que tenía acceso, así que me acerqué y se las apreté.
- ¿A mi también me vas a escupir o prefieres babearme?- La reté. Ella giró y sacudió su oboe haciendo que unas gotas de su saliva pasaran justo a ún lado de mí.
- He invertido tanta saliva en tí que creo que la debo dosificar con besos.-
El resto del día de campo siguió tranquilo. Yo sabía que ella no quería escupirme y ella que yo no la dejaría plantada nunca.

Friday, October 20, 2006

Una lágrima de cereza

De la caja negra de Zerulean:

Un domingo, cuando llegaba a la calle donde vivía, después de un paseo en bicicleta ví el auto de Cecilia estacionado frente a mi puerta. Ella estaba sentada sobre el cofre con la expresión de haberme esperado por largo rato. No teníamos ningún plan previo así que me extraño verla ahí y más aún con esa cara. Desmonté la bicicleta justo frente a ella y mientras me quitaba el casco y los audifonos me miró y dijo: -Se te marcan mucho los huevos con ese short.- Ella solía hacer ese tipo de comentarios, tenía un gusto desmedido por la altisonancia. Solo se me ocurrió meter mi mano por debajo de su falda y apoyarla en su sexo. Entonces me acerque a su oido y le dije: - Para ser mujer, me parece que los tuyos se marcan más.- Me besó y me dijo -Hola.- Siempre hacía eso, anteponer una frase absurda antes de saludarme, como el prefacio a ese libro incomprensible que era ella misma.
Más tarde, ya estando en su casa, cuando nos bañabamos ví que un hilo de sangre diluida por el agua de la regadera le escurría pierna abajo. Ella me miró y luego apunto sus ojos a lo que me llamaba la atención. -Bueno, es oficial. Este més no serás papá.- Una semana antes me había dicho que estaba retrasada. Me abrazó y recargó su pierna manchada contra la mía, como si quisiera compartirme la experiencia de menstruar.
Salió desnuda del baño, y sin secarse entró a su cuarto y abrió la puerta corrediza hacia la terraza. Yo la seguí después de amarrarme una toalla a la cintura y la encontré apoyada contra el barandal mirando a la luna. Sobre su piel, erizada por el fresco de la noche, aún le brillaban algunas gotas de agua.
- Mira. La luna está menguando. Igual que yo. Ella y yo siempre coincidimos en nuestras fases. Algun día estaré llena durante nueve meses, me pregunto si ella tambien se quedará así por tanto tiempo. Me pregunto si entonces también tu te quedarás.-
La ví con esa mirada triste que muy rara vez se aparecía por su rostro.
- Tu eres la que siempre dice que cuando te embaraces me dejarás.-
- Ah, es cierto. Te voy a dejar cuando me embarace.-
- Tu pierna se manchó de nuevo.-
- ¿Te incomoda?-
- No más que a tí.-

Entonces me quitó la toalla y volvió a recargar su pierna contra la mía dejandome algo de su sangre en el muslo.
- Ahora dime, ¿te incomoda más que a mí?-
- No más que a tí. Esta sangre no sale de mí.-
- Estoy llorando y tengo los ojos secos. Parece que sólo me queda esta lágrima roja. Mejor ven, vamos a cojer.-

Ví como sus pezones se endurecían. Eran grandes como la falangeta de mi meñique. Me tomó de la mano y me llevó a su cuarto.

Por la mañana desperté y ella no estaba en la cama. Miré al rededor y no la encontré. Me dirijí a la cocina y ahí la ví sentada leyendo un viejo comic de la pequeña Lulú mientras bebía un bloody mary.
- Al menos incluyes alguna forma de vegetales en tu dieta.-
- Con el vodka estoy segura de que este tomate esta desinfectado. ¿Sabes? Creo que Toby no ha de estar circuncidado. Fito creo que si. Parece judío. Buenos días.-
- Buenos días. Voy al super, ¿quieres algo?-
- Unos tampones de vainilla, porfavor.-

Algo me hacía pensar que en verdad Cecilia tenía papilas gustativas en su vagina y esa idea me congelaba la piel. Por eso no le dije nada y salí de la casa pensando en cual sería su sabor favorito aparte del de los tampones.

Wednesday, October 18, 2006

Redefinida por la copa

De la caja negra de Zerulean:

Al pronunciar su nombre la boca siempre me sabía a cerezas. Creo que fué por ella que desarrollé el gusto por pronunciar una y otra vez el nombre de una mujer cuando estoy con ella. Buscaba que el mismo efecto se repitiera con todos esos otros nombres, pero no era posible, sólo funcionaba con el suyo, lo cual, posteriormente, fué la causa de un sin fin de desagradables e incomodas confusiones. Ana a veces fué Rebeca. Rebeca alguna vez fué Paula. Lety nunca fué Lety, siempre fué alguna otra. Pero eso sí, todas por lo menos una vez fueron Cecilia.

Cuando conocí a Cecilia me pareció una chica antipática y escualida que casi siempre parecía ignorar a todo el mundo. Entreabría unos ojos que nunca atinaba a definir su color por los reflejos en sus anteojos. Siempre se ponía al margen de las situaciones en donde hubiese más de 4 personas conversando, pero siempre guardaba una oración a la que le proseguía el silencio de todos los que la escucharan, excepto el mío. Entonces ella sonreía y yo tambien.

Todos los días la veía deambular por ese infinito pasillo, siempre leyendo, siempre dejando a los demás la preocupación de no estrellarse con ella. Un día la ví en su espectral y eterno paseo por el pasillo con los ojos enterrados en un libro como siempre cuando de pronto resbaló por la lluvia que había salpicado al granito. En el pasillo había mucha gente, y aunque la mayoría pudo ver su accidente, nadie se rió, nadie hizo una gesticulación de pena, nadie se acercó a ayudarla, todos siguieron andando hacia donde quisiera que fueran. Su libro y otros objetos le formaron un tapete bajo ella. Desde el edificio contiguo yo veía toda esta escena y no me parecía ni digna de lástima o de burla. Me daba la impresión de que ella misma hubiera planeado hacerlo. Por su postura uno hubiera creido que estaba sobre una toalla en la arena tomando el sol, con una pierna extendida y una contraida en forma de V, arqueando su espalda hacia atrás apoyada por sus brazos estirados, extendiendo su cuello y con la cara apuntando al cielo, con una ligera sonrisa y los ojos cerrados, como protegiendolos del sol. La gente seguía pasando pero de pronto todos ellos eran los que me parecían espectros, desvaneciendose hasta desaparecer.
Entonces me dí cuenta que no era ninguna mujer escualida. Su postura ciñó su camisa al pecho, exponiendo una generosa redondez que vivía de incongito en sus senos. La falda que siempre le llegaba quince centímetros arriba del tobillo se recorrió y expuso esas dos largas piernas llenas de largas caminatas que les dieron la forma como las de una patinadora. Así estuvo mucho tiempo y cuando se repuso abrió sus ojos y giro su cabeza hacia donde yo estaba y entonces, su sonrisa creció. Nunca me había parecido tan llena de vida. Crucé la plaza dejando que la lluvia me mojara hasta llegar al resguardo del sobretecho del pasillo donde ella ya se ponía de pie. Sus lentes se habían caido y porfin me dejaban ver el color de esos ojos, ahora bien abiertos que me pareció que tambien me sonreían. Ese fué el primero de nuestros 200 días. Ahora se me ocurre que ella tambien escogió esa cifra.

Sunday, October 15, 2006

A un suspiro

De pronto comienzan a surgir patrones en la trama de la vida.

Este año ha estado lleno de bajas y altas entre las personas que conozco y ha dado la casualidad que por cada niño que oigo que nace escucho de alguien que muere. Es como si ya no hubiera suficiente espacio en la balsa. Alguien tiene que bajar para que alguien más pueda subir.
Otra constante es el oir de personas (más o menos de mi edad) que sienten vivir sin poder ver un futuro. Otra más el oir que alguien está deprimido y nisiquiera sabe porqué. Y ni hablar de la pérdida de fé en enconrar al amor de su vida, etc, etc.
Hoy justamente hablaba sobre cómo en la fotografía uno fija la mente y consiguientemente la vista en un objeto y tiende a obviar el resto de las cosas que ahí están. El consejo es voltear la vista y sorprenderse. Me parece que esto también aplica para la vida. Parece absurdo fijar la mente en el futuro siendo que no existe. Hay que preguntarse si lo que estás viendo realmente es lo que aparenta. Consiguete un filtro para bloquear la distorción de tu deseo. A la vida la pintamos del color que queramos pero siempre hay que estar conciente de que la vida es como es.
Ni no todos ni no ninguno. Deberían de plantearse las universidades en dar algunos cursos sobre administración de la vida. Manejo de ganancias y pérdidas, ahí está el truco. Aprender a decir hola y adiós. Nacer y morir, ¿cuantas veces lo hacemos a lo largo de nuestras vidas? Hay que buscar los "holas", los "adioces" llegan solos. Cada uno es un suspiro, inclusive el útlimo, aunque parezca más largo.

Wednesday, October 11, 2006

Mi no comprende

Hace algunas semanas en una tienda de autoservicio, justo al momento de tomar el carrito para llevar las cosas escuché a una mujer decir: -Kevin, ven para acá.- Acto seguido, un niño de piel oscura y cabellos cactaceos respondió con un molesto "si, jefa. Voy" y se encaminó hacia una mujer bajita y obesa, igual de piel oscura pero con una esponjada cabellera de color... pues creo que amarillo canario.
Recordé este bizarro episodio de la vida común que cada vez va siendo menos bizarro y más común porque hoy, después de varias semanas de no ver televisión, ví un fragmento de un programa el cual me parece era una de esas telenovelas de un capítulo en donde una chica de más o menos 20 años utilizaba un montón de expresiones gringas, ya un poco empanizadas de pronunciación mexicana, tales como "Eeew" para expresar asco (pronunciese 'iiiuu'), "woow" para expresar admiración (pronunciese 'uuoouu' y no 'guau'), "hellooo?" para indicar una falta de atención (pronunciese 'jelouuu') y otras más como "cool", "yikes", etc. etc.
Esta relación de expresiones y nombres gringos cada vez más insertados en nuestra cultura denota que la doble moral del mexicano no tiene limites, por un lado detesta y odia a los gringos y por el otro cada día se parece más a ellos con esta extrañísima tendencia aspiracional a maquillar todo de gringo para que parezca "mejor".
Así, me imagino que las lista de asistencia en las escuelas del país debe de sonar cada vez más como el ruido que produciría una licuadora Black & Decker ensamblada en Tijuana: "Carvajal Andrade, José Brian. Guajardo Pérez, Brittany Joceline. Tejeda Pulido, Brandon Armando. " Hmmm... el nombre en español que guardan es en honor al padre o al abuelito, eso es cuidar las tradiciones. Creo que les dí mucho crédito, porque la verdad es que nisiquiera saben como se escriben esos nombres, realmente en la lista de la escuela se leería "Brayan" y "Yocelin". ¿En que carajos piensan estos pinches padres de tercera? Aunque Armandito también se llame Brandon no se parecerá en una chingada a Jason Priestley, nisiquiera despues del accidente de autos. El destino de Brittany será que le pongan su pantalones a la cadera y un mini top y dejen al descubierto sus desbordantes carnes y su madre ciega de amor le diga -'ira, que rechula se ve m'ija. Igualita a la Jilari Dof.- Supongo que no tienen ni idea que Hillary Duff no come tacos de carnitas ni garnachas 5 veces al día, mera casualidad la diferencia de cuerpos.
¿No podrían imponer un código civil para evitar estos crímenes familiares? O al menos que el juez de lo civil este habilitado al momento del registro de decir -Oiga, señora, no mame. ¿Cómo le quiere poner a su engendr... digo, hijo ese nombre? Insisto en que no mame- Y que se colocara un sello en el acta de "Registro Bajo Protesta", para que cuando crezca el niño pueda ir a resarcir la mala jugada que le hicieron su papás.

- ¿Ya supistes? El pinche Macaulay embarazó a la Gwineth.
- ¡Uta! Deja que se entere el Brad.
- ¿Ese guey que pedo?
- Es el carnal de la Gwineth. Pero esta bien cabrón, la rola con los culeros de Prepa 2. Le van a dar en su pinche madre al puto del Macaulay y de paso a su pinche primo el Paco que siempre le brinca a hacerle el paro.
- Por metiche, pinche nombre de naco.
- Ya vámonos, Kenneth.

Cuando Hollywood meets La Escandon.

Talvez exagero, pero creo que esta moda de los nombres anglófonos puede traer serios problemas de identidad en un pueblo que de por sí siempre se ha tambaleado tratando de encontrarse a si mísma de una cultura a otra. Quien sabe, talvez sea una ventaja para el mundo globalizado. Tyler Antonio tendrás más posibilidades de sobrevivir en la aldea global.

Tuesday, October 10, 2006

Cielos!









"I've been looking through microscopes to see how our life begins
I've been training my lens on the stars to see where it ends
But it's this living in between that keeps bringing me down
To a land that's lost in dreams..."



-T.Booth
¿ Cómo diferenciarte de un sueño al verte desnuda en un movimiento rápido ocular?. Carne surreal: cielo y piedra, lienzo para tus luces y sombras. Te hubiera imaginado congelada y resulta que quieres hervir. Callas para recitar tu poema, cascada que nace en donde no hay fin, murmullo de cascabeles que cae donde la vida es mesurable. Ola eterna, derramada evitas que caigamos. Jamás vi algo como tú.

Monday, October 09, 2006

La rosa del desierto
















"Sometimes, when I look deep in your eyes I swear I can see your soul."
- T. Booth (otra vez)


Tuve que ir a ver que no era solo una postal para entender que mi vida no es un spot publicitario. Dejé que mi piel ardiera y mis ojos se cegaran para sentir su piel y ver sus ojos. Oí su voz pasearse en el silencio que hace correr al viento. Escuché la eterna canción de la vida, la sinfonía de una sola nota.
Ahi estaban sus pétalos invisibles, rozando la tarde y el deseo. Las huellas de sus lágrimas en sus ojos recargadas en un millón de letras. Su aroma volátil como su espíritu deseando huir. De entre los sueños habla haciendo que su amor parezca odio, con sus espinas de dulce intentando cortar para beber la sangre del edén, sin saber que un beso basta para acabar con el árido desierto de sus labios, el abrazo de lo escencial.
Los amaneceres se han acumulado en los granos de ese gigantezco reloj de arena que ha cuajado al tiempo. Las noches en nuestros sueños en vigilia. Nada hará constar que algún día pasamos por aquí, salvo la marca que nos dejó en el iris en forma de horizonte, eco de su costado desnudo. El espejismo de una lluvia imaginaria lavo la mentira de nuestras heridas. La vida solo puede ser vida. Es lo único que realmente tengo, lo único que veo con claridad. Pero persiste la visión de esa rosa del desierto, con su sombra en espiral, con su rocío escarchado, con su delicado perfil que se le oculta solo a ella. El desierto la besó. Ella besó al desierto. El circulo se cerró. Le agradezco su dolor.

Friday, October 06, 2006

Walz en la arena


















"May your eyes be wide open (by the wonderful)"
- Tim Booth

Los pies se hunden y el sol te aplasta mientras el aire se lleva tu alma por esos parajes en los que se suponía nunca estarías. Miras hacia todos lados y lo único que ves es la vida creciendo de entre la muerte y la muerte besando a la vida, el mundo desnudo, sin lugar para esconder todas las máscaras y especulaciones del concreto. Ahí no hay celofán, ni oropel, ni los otros artificios que hacen que la vida parezca una hermosa heroinómana en agonía.
Puedes cerrar los ojos y seguir viendo todo eso, se extiende por cada uno de tus poros, en ese lugar la soledad adquiere otro sentido. Y yo saco mi red para guardar todo lo que puedo de este lugar, disparo y disparo en todas direcciones y no me alcanza el tiempo, ni la memoria y mis manos son demasiado pequeñas para sujetarlo, yo soy demasiado pequeño para este lugar. Y de pronto me doy cuenta que el desierto ya me ha guardado en él para siempre, y me deja sentir por un momento que me une al resto de las cosas, que soy parte suya y de todo lo demás, nada es divisible, todo se une y así se queda para siempre.
El miedo y la tristeza ahí se convierten en pequeños granos de arena, que se desgajan de tu ser y se mezclan y pierden entre las dunas. Mi alma seguía distraida, flotando por todos lados, bailando con las zarzas, con los buitres, con las montañas y las dunas y con todo lo demás que apenas puedo percibir. Mis ojos también son muy débiles para tanta verdad.
Hay días que no sabes como terminarán pero ese día en particular parece reciclarse dentro de mí una y otra vez, repitiendose en una escalera de Escher. ¿Será mí porción de inmortalidad?

PS. Gracias infinitas a N, R y A por regalarme ese día sin puesta de sol.